jueves, 5 de abril de 2012

Madre e hijo, de Aleksander Sokúrov: de la melancolía y la incertidumbre

Hay películas que no nacen para ser vistas, sino para ser sentidas. Sentimientos que son forjados por la presencia de la enfermedad, el miedo a la muerte y la soledad, y que tienen como contrapunto el excelso amor de un hijo, entregado por completo al cuidado de una madre a las puertas de un exitus fatal e inevitable.

Nos reuniremos ...”, “... donde acordamos”, le dice el hijo, dolorido, a su madre ya fallecida ... Apenas hay nada más en la película. Y nada menos. El único escenario interior es una casa de campo, carente de muebles y casi en ruinas, que acoge diálogos breves, concisos, con una fuerte carga emotiva. Antes, el hijo ha sacado a pasear a la madre, tan debilitada que ni siquiera le es posible andar. En realidad es un vaporoso cuerpo despidiéndose y el hijo la porta en brazos, componiendo bellísimos planos secuencia que recuerdan a una amorosa y dramática Piedad invertida. Queda el tratamiento estético del paisaje; la plasticidad de los cielos tormentosos y de los campos de trigos batidos alternativamente por suaves o agitadas rachas de viento, recuerda de continuo las visiones sublimes y densas de Caspar D. Friedrich, o incluso las melancólicas pinturas de Savrásov, donde el horizonte se muestra a sí mismo lírico y desnudo.

Aleksandr Sokúrov se vuelve audaz con la perspectiva deformando numerosos planos y fotogramas, concertando una mirada subjetiva con ese sentimiento universal que todos conocemos como amor; la música y los sonidos de la naturaleza parece que entendieran y un árbol recio y curtido recoge el llanto de un hombre perdido y solo. Madre e hijo(*) es una experiencia sobrecogedora donde una mariposa, ladridos lejanos y brisas perpetuas conforman este lado de la frontera, abierta fugazmente a ese arcano, inquebrantable y firme, al que llamamos muerte.

Pepe Amodeo

(*)Título original: Mat i syn
Año: 1997
Director: Aleksander Sokúrov
Intérpretes: Aleksei Ananishnov y Gudrun Geyer

2 comentarios:

Luis Miguel dijo...

Amigo Pepe, hacía tiempo que no paseaba por tu blog. Aparte de querer saber cómo estás, me he encontrado esta referencia cinematográfica que intentaré seguir fielmente.

Un abrazo y epsero saber de ti.

Pepe Amodeo / CG dijo...

Querido Luis Miguel:

Siempre es un honor recibirte en este rincón. Gracias por tu visita. La próxima reunión reunión será en tu blog.

Un fuerte abrazo.

Pepe Amodeo